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Pregunta: “Soy un cristiano endeudado, �qu� debo hacer?”
Respuesta:
El endeudamiento es un problema com�n en la sociedad, y las deudas tienen una forma de crecer m�s r�pido de lo que esperamos. Las cosas pueden salirse f�cilmente de control, especialmente cuando se vive con un ingreso fijo. Desde luego, en primer lugar, lo ideal es tomar medidas para no endeudarse, pero �qu� pasa cuando es demasiado tarde para tomar medidas preventivas? Cuando un creyente se da cuenta de que se ha endeudado demasiado, y Mam�n se ha convertido en el amo, �qu� hacer entonces?
El primer paso es orar pidiendo a Dios sabidur�a (Santiago 1:5). Y, aunque sea dif�cil, no caigas en la tentaci�n de preocuparte. “Por nada est�is afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oraci�n y ruego, con acci�n de gracias” (Filipenses 4:6).
Una vez que se haya llevado el problema a Dios (y se le haya confesado cualquier pecado conocido), es el momento de actuar de acuerdo con lo que se ha orado. Considera cuidadosamente y en oraci�n lo siguiente:
1) Comprom�tete a hacer cambios para reducir dr�sticamente los gastos de tu estilo de vida. Haz una lista de tus gastos m�nimos. Elimina lo que no es necesario. Por ejemplo, puede parecer imposible vivir sin la televisi�n por cable o sin lo �ltimo en tecnolog�a y con las tendencias de la moda, o sin el caf� especial de cada d�a, pero puedes hacerlo.
2) Prepara un presupuesto basado en tus ingresos mensuales reales y en tus gastos reales; repito, lo m�nimo. Trabaja para minimizar los gastos ocasionales y luego apl�calos al pago de la deuda. No te limites a preparar el presupuesto; s�guelo.
3) Honra a Dios con tus ofrendas econ�micas. “Cada uno d� como propuso en su coraz�n: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). Determina la cantidad, entre t� y el Se�or (y tu c�nyuge, si est�s casado), que debes dar a Dios cada semana o cada mes. Honra con gozo ese compromiso.
4) Busca un consejo sabio y piadoso. Un pastor, un consejero financiero o alguien capacitado en consejer�a b�blica puede ser de gran ayuda. Es importante que sepas que el consejo est� basado claramente en lo que dice la Palabra de Dios. Ministerios como Crown Financial Ministries pueden brindar varias herramientas para ayudarte a estar libre de deudas.
5) Habla con tus acreedores para explicarles tu situaci�n y elaborar un plan con ellos. Pide reducciones de pago o tasas m�s bajas. Hay maneras de reducir la cantidad que tienes que pagar por mes, haciendo as� la deuda m�s manejable; y hay maneras de posiblemente bajar las tasas de inter�s, reduciendo as� la deuda a largo plazo. Tal vez conozcas a alguien con conocimientos en temas financieros que pueda ayudarte a negociar con tus acreedores.
6) Mant�n la disciplina en los asuntos financieros. Sigue adelante y corta tus tarjetas de cr�dito. El Esp�ritu Santo, que da el dominio propio (G�latas 5:23), puede ayudarte a cambiar tus pr�cticas de gasto al cambiar tus deseos y prioridades. La lucha para rechazar las compras impulsivas se libra realmente en el coraz�n. “Encomienda al Se�or tus obras, y tus pensamientos ser�n afirmados” (Proverbios 16:3). Ser�a aconsejable contar con una persona que te haga rendir cuentas sobre tus gastos. Contin�a “trabajando en tu plan” para resolver tu problema de deudas.
7) No te demores. Empieza hoy mismo y ponte en marcha para liberarte de la esclavitud de las deudas. El problema de tu deuda se puede resolver, siempre y cuando haya compromiso, tiempo y puntualidad en los pagos.
Sigue orando, y en todas las cosas, incluso cuando est�s endeudado, da gracias a Dios. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jes�s” (1 Tesalonicenses 5:18).