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Pregunta: “Por qu� Dios env�a a la gente al infierno?”
Respuesta:
La Biblia dice que Dios cre� el infierno para Satan�s y los �ngeles malvados que se rebelaron contra �l, aunque tambi�n hay personas en el infierno (Mateo 25:41). Tanto los �ngeles como los seres humanos est�n en el infierno por la misma raz�n, el pecado (Romanos 6:23).
Puesto que Dios es completamente justo y moralmente perfecto (Salmo 18:30), siempre hace lo que es correcto: no hay “tinieblas” en Dios, ni la m�s peque�a pizca de imperfecci�n (1 Juan 1:5). Dios mismo es la norma de lo que es correcto, bueno y moral. Si no fuera porque Dios es la norma de la perfecci�n moral, los seres creados no tendr�an nada con qu� compararse. En otras palabras, si Dios es perfectamente justo, entonces cualquier cosa que no alcance dicha perfecci�n es pecaminosa, y todo ser humano que jam�s haya vivido, desde la ca�da de la gracia de Ad�n, ha cometido pecado (Romanos 3:23). Ya que Ad�n pec�, toda la raza humana tiene ahora una naturaleza pecaminosa (Romanos 5:12). Las personas no van al infierno por el pecado de Ad�n; van al infierno por su propio pecado, que eligen libremente (Santiago 1:13-16).
Como Dios es eterno, inmutable e infinito, y todos los pecados son fundamentalmente contra Dios, Dios ha decretado que el justo castigo por el pecado debe ser tambi�n eterno (Mateo 25:46). Hay otro aspecto a considerar, y es que Dios tambi�n cre� a las personas para vivir eternamente. As� que cuando alguien comete un pecado contra otra persona, la persona ofendida tambi�n ha sido perjudicada eternamente.
Dios, por lo tanto, ha considerado que todos los que cometen pecados ir�n al infierno porque no han cumplido con Su norma de justicia; han roto Su Ley de perfecci�n moral. Si Dios no enviara a la gente al infierno por romper Sus leyes, se podr�a decir que Dios no es justo (Salmo 7:11). Una buena analog�a es un tribunal de justicia con un juez y un infractor de la ley. Un juez justo siempre condenar� a la persona que ha sido declarada culpable. Si ese juez no buscara la justicia para el crimen, no ser�a un juez justo (Deuteronomio 32:4).
Sin embargo, la buena noticia es que Dios tambi�n es misericordioso. En Su abundante misericordia, prepar� un camino para que los pecadores evitaran el castigo del infierno confiando en la obra expiatoria de Su Hijo, Jesucristo (Romanos 5:9). Para los cristianos, se ha eliminado la pena del pecado y se ha colocado sobre Cristo en la cruz (1 Pedro 2:24). Debido al sacrificio de Cristo, Dios sigue siendo justo -el pecado es castigado- pero tambi�n es misericordioso con todos los que creen.