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Pregunta: “�Tiene Dios un plan para m�?”
Respuesta:
Muchos de los planes de Dios se describen en la Biblia. Tiene planes para las naciones, para los grupos de personas y para los individuos. Isa�as 46:10-11 resume lo que Dios quiere que sepamos sobre Sus planes: “Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antig�edad lo que a�n no era hecho; que digo: Mi consejo permanecer�, y har� todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al var�n de mi consejo. Yo habl�, y lo har� venir; lo he pensado, y tambi�n lo har�”. Una cosa es reconocer que Dios tiene un plan general para el mundo y otra muy distinta es reconocer que Dios tiene un plan de vida espec�fico para cada persona.
En muchos lugares de la Escritura se indica que Dios tiene un plan espec�fico para cada ser humano. Comienza antes de que seamos concebidos. El Se�or le dijo a Jerem�as: “Antes que te formase en el vientre te conoc�, y antes que nacieses te santifiqu�, te di por profeta a las naciones” (Jerem�as 1:5). El plan de Dios no fue una reacci�n, una respuesta a la concepci�n de Jerem�as. Fue preventivo, dando a entender que Dios form� especialmente a este hijo var�n para cumplir Su plan. David recalca esta verdad: “Porque t� formaste mis entra�as; t� me hiciste en el vientre de mi madre” (Salmo 139:13). Los ni�os no nacidos no son accidentes. Est�n siendo formados por su Creador para Sus prop�sitos. Esta es una de las razones por las que el aborto es un error. No tenemos derecho a faltar al respeto al plan de Dios y a violar la obra de Dios matando a un ni�o que �l est� formando.
El plan de Dios para cada ser humano es que cada uno llegue a conocerle y a aceptar Su ofrecimiento de salvaci�n (2 Pedro 3:9). �l nos cre� para tener comuni�n con �l y, cuando rechazamos la reconciliaci�n que nos ofrece, vivimos en contra del plan que tiene para nosotros. Aparte de la salvaci�n, Dios tambi�n dise�� buenas obras para cada uno de nosotros seg�n nuestros dones, fortalezas y oportunidades (Efesios 2:10). �l orquest� el lugar y el momento en que cada uno de nosotros naci� (Hechos 27:6; Salmo 139:16). Si �l conoce el n�mero de cabellos de nuestra cabeza, y nos conoce mejor que nosotros mismos (Lucas 12:7). �l conoce los dones, los talentos, las fortalezas y las debilidades que nos dio, y sabe c�mo podr�amos utilizarlos mejor para tener un impacto eterno. Nos da la oportunidad de acumular un tesoro en el cielo para que, por toda la eternidad, podamos disfrutar de Su recompensa (Marcos 9:41; Mateo 10:41-42).
El plan de Dios para cada persona aparece en Miqueas 6:8: “Oh hombre, �l te ha declarado lo que es bueno, y qu� pide el Se�or de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Su plan es la relaci�n por encima de las obligaciones. Cuando caminamos en el Esp�ritu (G�latas 5:16, 25), disfrutando de una relaci�n de amor con el Se�or, nuestras acciones indican esa cercan�a. Complacerlo es nuestro deleite. Su plan se desarrolla naturalmente a medida que crecemos en la fe, maduramos en el conocimiento y practicamos la obediencia con todo lo que entendemos. A medida que obedecemos el plan general que tiene para Sus hijos, descubrimos el plan que ha dise�ado para nosotros individualmente.
Sabemos que el plan de Dios para aquellos que lo conocen incluye alcanzar a otros con las buenas nuevas de salvaci�n (Mateo 28:19; 2 Corintios 5:20). Su plan es que Sus hijos sean conformados a la semejanza de Jesucristo (Romanos 8:29). Quiere que crezcamos en gracia y conocimiento (2 Pedro 3:18). Quiere que amemos a otros cristianos como �l nos ama (Juan 13:34). Al seguir Su Palabra, descubriremos nuestros propios dones y habilidades espirituales que se adaptan especialmente a nosotros para servirle de manera �nica (2 Corintios 12:4-11). El plan de Dios se desarrolla en nuestras vidas a medida que usamos todo lo que tenemos para Su gloria (1 Corintios 10:31).
A menudo nos impacientamos al preguntarnos cu�l es el plan de Dios para nuestras vidas. Sin embargo, no es tan complicado como lo pintamos. El plan de Dios para nosotros se revela poco a poco a medida que lo seguimos, y Su plan puede parecer diferente en diferentes �pocas de la vida. Una joven puede pedirle a Dios que la dirija a Su plan y cree que la universidad es parte de ese plan. No obstante, a la mitad de la universidad, se enferma y debe pasar los dos a�os siguientes en un centro de rehabilitaci�n. �Est� ahora fuera del plan de Dios? No, si su coraz�n est� dispuesto a obedecerlo. En ese centro de rehabilitaci�n, conoce a un joven que se convierte en su esposo. Ambos aman al Se�or y desean servirle y creen que el plan que �l tiene para ellos es el campo misionero. Comienzan a prepararse, pero a mitad del entrenamiento, ella queda embarazada con un embarazo de alto riesgo. �Se han perdido el plan de Dios? �Los ha abandonado el Se�or? En absoluto. Gracias a su experiencia en el cuidado de un ni�o con necesidades especiales, son capaces de ministrar a otras familias con necesidades similares. Su campo de misi�n es muy diferente del que hab�an imaginado, pero es el plan de Dios para ellos. Son capaces de mirar atr�s y ver la mano de Dios en cada momento del camino.
El plan de Dios casi nunca es un camino recto hacia una meta visible. Su plan requiere que hagamos un viaje, y ese viaje puede estar lleno de desv�os, paradas repentinas y giros confusos. Pero si nuestros corazones est�n dispuestos a obedecerle en todo lo que sabemos hacer, entonces estaremos en el centro de Su voluntad en cada paso del camino.