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Pregunta: “�Qui�n era Constantino el Grande?”
Respuesta:
Constantino el Grande (280-337 d.C.) fue uno de los emperadores m�s poderosos y exitosos de Roma y el primero en identificarse como cristiano. Se le conoce por sus logros econ�micos, pol�ticos y militares, as� como por sus reformas religiosas. Los escritores medievales lo elogiaron como el gobernante ideal y con el que se comparaban a todos los reyes. Con el tiempo, su reinado fue considerado cada vez con menos entusiasmo. Los historiadores tambi�n empezaron a debatir sobre el grado de compromiso de Constantino con el cristianismo o el grado de devoci�n con el que lo segu�a. Constantino fue influyente en la historia del cristianismo por su fe personal, su pol�tica religiosa, la promulgaci�n del Edicto de Mil�n y la convocatoria del Concilio de Nicea.
Constantino era hijo de un funcionario romano y de su concubina cristiana. Esto lo coloc� en la l�nea de sucesi�n al trono del Imperio Romano de Occidente. A la edad de 31 a�os, se prepar� para atacar a su principal rival con un ej�rcito que lo superaba 4 a 1. Antes de la batalla, Constantino afirm� haber visto una visi�n de Jes�s, con un s�mbolo espec�fico, dici�ndole: “Con esta se�al, vence”. Constantino orden� a sus tropas que marcaran sus escudos con este s�mbolo, el Chi-Rho, que entonces era un s�mbolo que representaba com�nmente al cristianismo. El Chi-Rho combina las dos primeras letras de la palabra griega para “Cristo” y se asemeja a una P may�scula con una X dibujada en el lomo. Las fuerzas de Constantino derrotaron al enemigo y �l se convirti� en emperador. El s�mbolo Chi-Rho formar�a parte de la firma personal de Constantino durante el resto de su vida.
Como emperador, Constantino emiti� el Edicto de Mil�n, el cual declaraba a los ciudadanos romanos libres de adorar a cualquier dios que eligieran. El Edicto de Mil�n puso fin a una larga persecuci�n de los cristianos en el Imperio Romano. En aquella �poca, Constantino no afirmaba (todav�a) ser cristiano, ni tampoco defend�a una religi�n estatal oficial. Por el uso continuo de ciertos s�mbolos paganos, los estudiosos creen que la religi�n inicial de Constantino era generalmente te�sta, en lugar de ser espec�ficamente cristiana. Su audacia en el uso del lenguaje cristiano creci� durante su reinado. Tras asumir el control de todo el Imperio Romano, construy� suntuosas iglesias y lleg� a defender abiertamente el cristianismo.
Durante el reinado de Constantino, surgi� una controversia sobre las ense�anzas de Arrio, que negaba la plena divinidad de Jes�s. Constantino convoc� una reuni�n de obispos cristianos, el Concilio de Nicea, para resolver la disputa. A diferencia del mito popular, en esta reuni�n no se discuti� el canon de la Biblia, ni Constantino influy� en las decisiones del concilio. Los emperadores se ve�an a s� mismos como responsables de promover formas “correctas” de adoraci�n; el inter�s de Constantino no era declarar la ortodoxia, sino dejar que los obispos la determinaran para poder imponerla. Adem�s, a Constantino no se le conoc�a por su capacidad filos�fica y se perd�a en discusiones profundas de teolog�a. Por el contrario, actu� como mediador y anfitri�n del concilio, funciones en las que destac�.
Con frecuencia se ha criticado la fe cristiana de Constantino, por no decir que se ha cuestionado directamente. Por un lado, hizo grandes progresos para garantizar los derechos pol�ticos y sociales de los cristianos e iniciar reformas de car�cter humanitario. Invirti� tiempo y dinero en la construcci�n de iglesias y en el apoyo p�blico al cristianismo. Sobre todo, hacia el final de su reinado, Constantino profes� abiertamente su fe en Cristo y atribuy� su �xito a Dios. Fue bautizado poco antes de su muerte, seg�n la pr�ctica habitual de su �poca.
Por otra parte, Constantino continu� con muchas pr�cticas paganas, entre ellas la adoraci�n al sol. Su inter�s por la ortodoxia cristiana estaba motivado principalmente por el deseo de mantener el orden social. Tambi�n hay razones para sospechar que Constantino fue tan despiadado con sus rivales como lo hab�an sido los emperadores anteriores. Uno de sus hijos, un cu�ado, y su segunda esposa fueron ejecutados por razones a�n desconocidas. Combin� libremente las pr�cticas paganas con las creencias cristianas, lo que llev� a los estudiosos a sugerir que su adopci�n p�blica del cristianismo podr�a haber sido un movimiento pol�tico inteligente, que lo vinculaba a una fuerza social en ascenso en el Imperio Romano.
En �ltima instancia, si Constantino era un cristiano comprometido, un pol�tico astuto y amigo de los cristianos, o algo intermedio, es un interrogante pendiente. Sin duda, puso fin a siglos de persecuci�n y mejor� enormemente la posici�n social del cristianismo. Destin� recursos a las iglesias y a la educaci�n cristiana, y su liderazgo ayud� a aclarar importantes doctrinas cristianas. Sin embargo, las acciones de Constantino dieron lugar a algunas complicaciones negativas. Libre de persecuciones, la iglesia atrajo naturalmente a m�s falsos conversos. La fusi�n de los temas cristianos con la pol�tica secular estableci� un patr�n que contribuy� a desastres posteriores como la Inquisici�n y las Cruzadas. El hecho de que Constantino mezclara el culto pagano con el cristianismo, centrado en edificios y sacerdotes, tambi�n contribuy� al auge del catolicismo romano.
El legado de Constantino es complejo y no se comprende completamente, pero es una de las figuras dominantes de la historia cristiana. No cabe duda de que su influencia contribuy� a que el cristianismo pasara de ser una minor�a perseguida a convertirse en la religi�n estatal del Imperio Romano y en la fe m�s extendida de la historia.