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Pregunta: “�Qu� principios b�blicos se deben aplicar a una ceremonia matrimonial cristiana?”
Respuesta:
Los principios b�blicos pueden aplicarse a todos los aspectos de la vida, incluyendo una ceremonia de matrimonio cristiano. Sin embargo, hay una diferencia entre prepararse para una ceremonia matrimonial y prepararse para el matrimonio. Muchas personas ponen mucho m�s esfuerzo y cuidado en la ceremonia matrimonial que en el futuro matrimonio, y las estad�sticas de divorcio revelan esta triste verdad. Ahora bien, cuando los cristianos se casan, cada parte de la ceremonia y el matrimonio resultante pueden ser guiados por principios b�blicos. Cuando se honran y obedecen esos principios, no s�lo la ceremonia es significativa, sino que el matrimonio se construye sobre una base s�lida.
Las ceremonias matrimoniales var�an mucho de una cultura a otra. Las ceremonias matrimoniales cristianas pueden diferir en estilo, duraci�n, gastos y detalles, y a�n as� pueden honrar a Dios. Los elementos que una pareja elige incluir en la ceremonia no son de gran importancia. Lo que m�s importa son los corazones de los novios y su voluntad de mantener a Dios en el centro de sus vidas y de su familia. Como indicadores de ese compromiso, las ceremonias matrimoniales cristianas suelen incluir lo siguiente
1) Un breve serm�n b�blico a cargo del pastor que celebra la ceremonia
2) Un intercambio de votos y anillos entre los novios
3) Una oraci�n por la pareja
4) Alg�n tipo de acto simb�lico que represente la uni�n de dos individuos. Puede ser prender una vela de unidad, combinar dos colores de arena en un jarr�n de recuerdo, o cualquier otra forma creativa para que la pareja exprese su uni�n.
Una ceremonia matrimonial cristiana puede incluso presentar una invitaci�n para que los invitados respondan a un mensaje de salvaci�n.
El principio b�blico m�s importante en una ceremonia matrimonial cristiana es entender qu� es el matrimonio y c�mo lo ve Dios. En algunas culturas, el matrimonio se considera como una opci�n entre otras para establecer un hogar, que se mantiene s�lo mientras ambas partes lo deseen. Sin embargo, la convivencia sin casarse es pecado seg�n las Escrituras y no debe considerarse una opci�n para los cristianos (v�ase Hebreos 13:4). Comprender el prop�sito del matrimonio ayudar� a las parejas a elegir honrar a Dios en su relaci�n y tambi�n influir� a la hora de organizar las ceremonias.
El matrimonio fue idea de Dios, y �l estableci� su significado y sus par�metros. En el Jard�n del Ed�n, Dios cre� una mujer (Eva) para un hombre (Ad�n), diciendo: “No es bueno que el hombre est� solo; le har� ayuda id�nea para �l” (G�nesis 2:18). Les dijo: “Fructificad y multiplicaos” (G�nesis 1:22), un mandato que s�lo puede cumplirse en una uni�n de dos g�neros diferentes. Jes�s reforz� esta verdad en el Nuevo Testamento cuando respondi� a quienes cuestionaban la permanencia del matrimonio que “pero al principio de la creaci�n, var�n y hembra los hizo Dios. Por esto dejar� el hombre a su padre y a su madre, y se unir� a su mujer, y los dos ser�n una sola carne; as� que no son ya m�s dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios junt�, no lo separe el hombre” (Marcos 10:6-9).
Varios principios sobre el matrimonio est�n claros en la Escritura:
1. El matrimonio, tal como Dios lo dise��, es entre un hombre y una mujer para toda la vida (G�nesis 2:18, 22).
2. El matrimonio es la combinaci�n de dos individuos distintos en una nueva entidad, una nueva familia (G�nesis 2:23-24).
3. Dios mismo es testigo del matrimonio ya que hace que dos personas sean una (Malaqu�as 2:13-15).
4. El divorcio no era una opci�n en el dise�o original de Dios (Mateo 19:7-10).
5. El matrimonio es una peque�a muestra de la relaci�n �ntima y amorosa de Cristo con su esposa, la iglesia (Efesios 5:31-32).
Cuando las parejas cristianas tienen en cuenta estos principios, las ceremonias que organizan pueden ser hermosas, significativas y honran a Dios sin tener que hacer grandes gastos. La extravagancia de la ceremonia matrimonial no tiene nada que ver con la solidez del matrimonio resultante. No obstante, cuando los principios b�blicos se aplican a una ceremonia matrimonial cristiana, esos principios siguen a la pareja durante toda su vida y brindan un fundamento fuerte y duradero para la vida.