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Pregunta: “�Qu� es la oraci�n de fe?”
Respuesta:
La frase “la oraci�n de fe” proviene de un pasaje de Santiago 5, que dice que “la oraci�n de fe salvar� al enfermo” (Santiago 5:15).
Algunos cristianos creen que este vers�culo significa que, si uno ora con suficiente fe, se garantiza la sanidad del enfermo. Otros creen que “la oraci�n de fe” se refiere simplemente a la oraci�n ofrecida por los ancianos de la iglesia, y la palabra salvar se refiere a veces al consuelo espiritual y emocional de Dios, m�s que a la sanidad f�sica (ver 2 Corintios 1:3-5).
Este es el contexto del vers�culo: “�Est� alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por �l, ungi�ndole con aceite en el nombre del Se�or. Y la oraci�n de fe salvar� al enfermo, y el Se�or lo levantar�; y si hubiere cometido pecados, le ser�n perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que se�is sanados. La oraci�n eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:14-16).
La “oraci�n de fe” la hacen los ancianos de una iglesia que visitan a un enfermo bajo su cuidado espiritual. La oraci�n, acompa�ada de una unci�n con aceite, se ofrece “en el nombre del Se�or”; es decir, con la autoridad del Se�or y sometida a Su voluntad. La oraci�n se hace con plena confianza en el poder de Dios para sanar. Si la enfermedad particular es el resultado de un pecado personal, entonces tambi�n se pide la confesi�n y el arrepentimiento de ese pecado.
El “levantar” de Santiago 5:15 no es necesariamente f�sico; si lo fuera, entonces ning�n creyente deber�a morir. Muchos cristianos mueren cada a�o por enfermedades o lesiones, pero esto no significa que les falte fe o que quienes oran por ellos carezcan de ella. Simplemente significa que no era la voluntad del Se�or sanar en ese caso particular (ver 1 Juan 5:14). La oraci�n de fe se ofrece con fe, y parte de la fe es confiar en que Dios sabe m�s. Los que oran deben tener una confianza inquebrantable en que Dios siempre har� lo correcto. Despu�s de haber hecho la oraci�n de fe, podemos confiar alegremente nuestras vidas en las manos de Dios. La restauraci�n del enfermo que Santiago 5:15 garantiza como resultado de la oraci�n de fe incluye la restauraci�n emocional y espiritual que viene en forma de consuelo y paz de Dios.
Jes�s habl� repetidamente a Sus disc�pulos sobre la oraci�n. Les dijo que oraran para que el reino de Dios estuviera representado en la tierra y para que se hiciera Su voluntad; les dijo que oraran por su sustento diario, por el perd�n y por la fuerza contra la tentaci�n (Mateo 6:9-13). Tambi�n les dijo que cualquier cosa que pidieran en Su nombre, para la gloria de Dios, les ser�a hecha (Juan 14:13-14), y les asegur� que Dios sabe dar buenas d�divas a Sus hijos (Mateo 7:11). Todos estos pasajes subrayan la bondad y la preocupaci�n de Dios por nosotros, pero ninguno de ellos garantiza la sanidad f�sica. Pedimos la voluntad de Dios, suplicamos lo que deseamos y oramos en Su nombre, no obstante, a veces la sanidad f�sica no es Su plan para nosotros.