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Pregunta: “�Qu� es el seno de Abraham?”
Respuesta:
El t�rmino “seno de Abraham” s�lo se encuentra una vez en el Nuevo Testamento, en la historia del hombre rico y L�zaro (Lucas 16:19-31), en la que Jes�s estaba ense�ando sobre la realidad del cielo y el infierno. La palabra griega kolpos que se utiliza all� es algo dif�cil de interpretar. Por ejemplo, a veces se interpreta como “junto a” Abraham o “los brazos de” Abraham o al “lado de Abraham”.
Est� claro que el concepto de “el seno de Abraham” da la sensaci�n de que L�zaro fue a un lugar de descanso, satisfacci�n y paz, casi como si Abraham (una persona muy venerada en la historia jud�a) fuera el protector o patr�n. Un triste contraste es que el hombre rico se encuentra en un tormento sin nadie que le ayude, le asista o le consuele.
A diferencia del pensamiento contempor�neo, la Biblia ense�a que tanto el cielo como el infierno son lugares reales. Cada persona que vive pasar� la eternidad en uno de estos dos lugares. Estos dos destinos est�n representados en la historia de Jes�s. Mientras que el hombre rico hab�a vivido para el d�a y s�lo se centraba en la vida aqu� en la tierra, L�zaro soport� muchas dificultades mientras confiaba en Dios. Por eso, los vers�culos 22 y 23 son significativos: “Aconteci� que muri� el mendigo, y fue llevado por los �ngeles al seno de Abraham; y muri� tambi�n el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alz� sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a L�zaro en su seno”.
La muerte puede ser considerada como una separaci�n. La muerte f�sica es la separaci�n que sufre nuestro cuerpo de nuestra alma/esp�ritu, mientras que la muerte espiritual es la separaci�n que sufre nuestra alma de Dios. Jes�s ense�� que no debemos temer la muerte f�sica, sino que debemos preocuparnos m�s por la muerte espiritual. Como leemos en Lucas 12:4-5, Jes�s tambi�n dijo: “Mas os digo, amigos m�os: No tem�is a los que matan el cuerpo, y despu�s nada m�s pueden hacer. Pero os ense�ar� a qui�n deb�is temer: Temed a aquel que despu�s de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; s�, os digo, a �ste temed”. El uso que Jes�s hizo del t�rmino “seno de Abraham” fue parte de Su ense�anza para que sus oyentes se centraran en el hecho de que nuestras decisiones de buscar a Dios o de desatenderlo aqu� en la tierra afectan literalmente al lugar donde pasaremos la eternidad.