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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el trastorno bipolar?”
Respuesta:
Nota: como ocurre con muchos problemas psicol�gicos, suele haber un aspecto f�sico y otro espiritual en el trastorno man�aco-depresivo/bipolar. Aunque creemos que los psic�logos por lo general pasan por alto la verdadera naturaleza espiritual de la enfermedad, recomendamos encarecidamente a cualquier persona que sufra una enfermedad mental que busque atenci�n m�dica y consejer�a.
Respuesta: “Trastorno bipolar” es un nombre que apareci� por primera vez en 1957 para referirse a una grave enfermedad mental. Antes de eso, la misma enfermedad se llamaba “enfermedad man�aco-depresiva” o “depresi�n man�aca”, aunque ese nombre s�lo se remonta a 1921. Ninguno de los dos t�rminos aparece en la Biblia, aunque �sta nos ense�a una serie de lecciones que podemos aplicar al trastorno bipolar.
El trastorno bipolar o man�aco-depresivo es una grave enfermedad mental que se caracteriza por intensas fluctuaciones del estado de �nimo. Estas fluctuaciones van mucho m�s all� de estar simplemente “feliz” o “triste”. Los s�ntomas “man�acos” pueden incluir sentimientos de euforia extrema, un notable aumento de la toma de riesgos, pensamientos acelerados, un discurso forzado y un aumento de la energ�a. Los s�ntomas “depresivos” pueden incluir sentimientos de extrema tristeza o desesperanza, fatiga/letargo, cambios en el apetito, incapacidad para concentrarse y pensamientos suicidas/m�rbidos. Hay varios tipos de trastorno, que suelen definirse por la gravedad o intensidad de los s�ntomas. El caso m�s grave puede tener incluso s�ntomas psic�ticos, como alucinaciones auditivas o visuales.
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar, aunque la ciencia ha demostrado que existe un componente gen�tico en el trastorno. Algunos m�dicos tambi�n emplean im�genes cerebrales. El trastorno bipolar suele diagnosticarse en funci�n de los s�ntomas que presenta el individuo, lo que ha generado cierta controversia.
Un cristiano que sufre de trastorno bipolar o depresi�n man�aca debe tratarlo como cualquier otra enfermedad fisiol�gica. Aunque Dios ciertamente tiene la capacidad de obrar milagros y sanar cualquier enfermedad, con frecuencia nos permite continuar nuestro camino con un “aguij�n en la carne” para recordarnos que �l es suficiente (2 Corintios 12:7-9). Si un creyente tuviera diabetes, buscar�a el consejo m�dico de doctores capacitados, tomar�a los medicamentos recetados y buscar�a el consejo de Dios sobre c�mo lidiar con sus s�ntomas f�sicos y emocionales. Lo mismo ocurre con un creyente con trastorno bipolar.
Puesto que el trastorno bipolar o la depresi�n man�aca afectan a la forma de pensar de una persona, es esencial encontrar un consejo piadoso (Proverbios 1:5) y pasar tiempo en la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17). Para hacer lo correcto, debemos saber lo que es verdad. El trastorno bipolar altera las percepciones de la realidad de una persona, as� que es necesario tener una base s�lida en la verdad cuando tratamos con sus s�ntomas.
Una persona con trastorno bipolar o depresi�n man�aca puede ceder a las percepciones err�neas causadas por la enfermedad y cometer actos pecaminosos. Una persona con trastorno bipolar debe tratar esos pecados como cualquier otra persona. Debe reconocer sus acciones como pecaminosas, arrepentirse y buscar el perd�n. Los creyentes con trastorno bipolar nunca deben culpar a su enfermedad por sus acciones (ver Juan 15:22).
Los creyentes deben tratar a una persona con trastorno bipolar o depresi�n man�aca con la misma compasi�n que mostrar�an hacia todos los dem�s (Santiago 2:1). La iglesia ofrece a las personas con trastorno bipolar algo que necesitan desesperadamente en sus vidas: la verdad (Juan 17:17). Una cosa que las personas con trastorno bipolar necesitan m�s que nada es la esperanza que hay en Jesucristo. Aunque su enfermedad intente robarles la vida, pueden tener una vida abundante en Cristo (Juan 10:10).