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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el cambio de sexo?”
Respuesta:
Aunque las operaciones de cambio de sexo no se mencionan espec�ficamente en las Escrituras, la sexualidad humana se explica claramente, desde el G�nesis: “Y cre� Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre�; var�n y hembra los cre�. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla” (G�nesis 1:27-28). G�nesis 1:31 nos dice que Su creaci�n fue excelente en todos los sentidos. Decir que el g�nero no importa es estar en desacuerdo con el dise�o de Dios para la creaci�n y Su proclamaci�n de que era muy buena.
Dios tambi�n deja muy claro cu�l es el comportamiento sexual apropiado. Las relaciones sexuales se deben tener y disfrutar en una relaci�n matrimonial mon�gama entre un hombre y una mujer (1 Corintios 7:2; Hebreos 13:4). El comportamiento homosexual es incorrecto (G�nesis 19:1-13; Lev�tico 18:22; 20:13; Romanos 1:26-27; 1 Corintios 6:9). El travestismo es inaceptable (Deuteronomio 22:5). Dios tambi�n habla de los roles de g�nero, como el liderazgo masculino en el hogar y la iglesia (Efesios 5:21-33). Sin embargo, la Biblia no habla de los roles de g�nero culturalmente estereotipados. De hecho, ofrece una visi�n completa de la persona. Aunque mantiene clara la distinci�n hombre-mujer, la Biblia ofrece m�ltiples ejemplos de hombres y mujeres que son a la vez cuidadores y l�deres valientes (como David y la esposa de Proverbios 31). En ninguna parte la Biblia insin�a que el sexo de una persona sea negociable u opcional. La Biblia afirma tanto a los hombres como a las mujeres en su valor y su personalidad. El sexo de las personas importa, pero no somos seres meramente sexuales (G�latas 3:23-29). Parece, pues, que los procedimientos de cambio de sexo no son b�blicamente aceptables.
Sin embargo, hay que mencionar algunas excepciones muy raras. Hay personas que experimentan defectos f�sicos con respecto al g�nero. El m�s com�n -aunque todav�a extremadamente raro- ser�a el de una condici�n intersexual en la que una persona tiene una mezcla de �rganos sexuales masculinos y femeninos. Para las personas con trastornos del desarrollo sexual (TDS), por lo general es posible determinar su sexo gen�tico y corregir el defecto de nacimiento mediante una intervenci�n m�dica. Por supuesto, no se trata de una operaci�n de cambio de sexo, sino simplemente de poner remedio a un problema f�sico.
La distorsi�n de g�nero es un pecado, pero quienes luchan con su identidad de g�nero tienen una respuesta. Para aquellos que consideran una operaci�n de cambio de sexo debido a heridas o abusos del pasado, hay sanidad a trav�s de Jesucristo. Aquellos que desean desafiar las categor�as de g�nero para encontrar alg�n tipo de libertad o justificaci�n, pueden encontrar la verdadera libertad en una relaci�n con Dios. Aquellos que desean cambiar su sexo para participar en pr�cticas sexuales pecaminosas pueden arrepentirse y ser salvos. Pablo escribi�: “�No sab�is que los injustos no heredar�n el reino de Dios? No err�is; ni los fornicarios, ni los id�latras, ni los ad�lteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar�n el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya hab�is sido lavados, ya hab�is sido santificados, ya hab�is sido justificados en el nombre del Se�or Jes�s, y por el Esp�ritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:9-11). Sin Cristo, todos estamos muertos en nuestros pecados (Efesios 2:1). Pero en Cristo, somos vivificados (Efesios 2:5) y recibimos una nueva identidad, como miembros de la familia de Dios (Romanos 8:14-17).