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Pregunta: “�Qu� creen los creacionistas sobre la selecci�n natural?”
Respuesta:
La selecci�n natural se considera como la supervivencia del m�s apto y a menudo se confunde con la evoluci�n. Pero lejos de ser una prueba a favor de la evoluci�n y en contra del creacionismo, la selecci�n natural es un proceso bastante razonable y “dado por Dios” por el que observamos un determinado genotipo (la composici�n gen�tica de un organismo o grupo de organismos) que ha preexistido y se ha adaptado gradualmente a un entorno concreto. Los genes preexistentes son aquellos que siempre han estado ah�, pero ciertos factores ambientales se comportan como una presi�n de selecci�n que elimina otros rasgos gen�ticos que no son adecuados. De ah� que los portadores de genotipos inadecuados acaben siendo eliminados del conjunto de genes.
El mejor ejemplo de selecci�n natural en un entorno actual es la polilla moteada, Biston betularia. Esta polilla se ha adaptado mediante cambios en el genotipo -no el resultado de una mutaci�n aleatoria o espont�nea, como preferir�an los evolucionistas- hasta tener dos apariencias o “rasgos” diferentes dentro de esa especie. La variedad moteada vive en el campo sobre superficies cubiertas de l�quenes. Su aspecto moteado se ha desarrollado para que resulte invisible a los p�jaros. En las ciudades, donde hay m�s contaminaci�n, las superficies son m�s oscuras y all� habita el tipo mel�nico. Estos dos tipos son de la misma especie, pero los factores ambientales han predispuesto una presi�n de “selecci�n” sobre cada tipo, de modo que s�lo existe un tipo en cada entorno particular.
Evidentemente, las polillas moteadas r�pidamente fueron detectadas en las ciudades, por los p�jaros y otros depredadores, y por lo tanto fueron presas f�ciles. Sin embargo, dentro de la reserva hab�a un peque�o n�mero que era oscuro y menos visible y sobrevivi� para poder transmitir sus rasgos, lo que con el tiempo dio lugar a una “reserva gen�tica” de polillas predominantemente oscuras. El medio ambiente s�lo tiene un efecto indirecto; la provisi�n de un alelo particular conduce a la selecci�n de un genotipo favorable. A este genotipo se le permite la supervivencia del m�s apto.
Precisamente el hecho de que la selecci�n natural favorezca los rasgos gen�ticos “preexistentes” en cualquier entorno o situaci�n particular, permite a los creacionistas estar de acuerdo con el proceso. Evidentemente, hay muchos argumentos en contra de la evoluci�n, pero el hecho mismo de que la selecci�n natural permita la expresi�n de material gen�tico que podr�a no haberse manifestado nunca, debido a los efectos de ser recesivo o estar diluido debido a otros rasgos m�s fuertes, sugiere que Dios ha proporcionado los medios para la supervivencia en entornos cambiantes. En todo caso, la selecci�n natural habr�a sido m�s frecuente despu�s del diluvio debido al r�pido cambio de las condiciones clim�ticas. A pesar de todas las consecuencias que la Ca�da trajo a la creaci�n, el Alt�simo tuvo la maravillosa capacidad de prever la necesidad de un proceso que asegurara la continua supervivencia de la vida en la tierra, de la que sigue cuidando (Salmo 24:1; Job 12:7-9).