Pregunta: “�Por qu� debo perdonar?”

Respuesta:


topreadz.com/Espanol



Pregunta: “�Por qu� debo perdonar?”

Respuesta:
El perd�n es un tema muy conocido en la Biblia. De hecho, el plan de Dios de perdonar a la humanidad de sus pecados es el tema principal de la Biblia (1 Pedro 1:20; Juan 17:24). Por eso, cuando nos preguntamos por qu� debemos perdonar a los que pecan contra nosotros, no necesitamos ir m�s all� del ejemplo que Dios nos dio. Los cristianos deben perdonar a los dem�s porque Dios nos ha perdonado (Efesios 4:32).

Jes�s dio una par�bola en Mateo 18:21-35 sobre por qu� debemos perdonar. Cuenta la historia desde la perspectiva de un rey que ha perdonado a un siervo una tremenda deuda. Luego, ese siervo se encuentra con otro siervo que le deb�a algo de dinero, y el siervo perdonado trata con dureza a su consiervo y le exige un reembolso inmediato. Cuando el rey se entera de lo sucedido, se enfurece y ordena que se castigue al que hab�a perdonado hasta que se pague por completo la enorme deuda. Jes�s termina la par�bola con estas escalofriantes palabras: “As� tambi�n mi Padre celestial har� con vosotros si no perdon�is de todo coraz�n cada uno a su hermano sus ofensas” (vers�culo 35).

El perd�n es obligatorio para todos aquellos que han experimentado el perd�n de Dios (Efesios 4:32). Jes�s nos ense�� a orar: “Y perd�nanos nuestras deudas, como tambi�n nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12), record�ndonos que Dios nos hace responsables de pagar lo que �l ha hecho por nosotros. Negarse a perdonar a quienes nos perjudican es un insulto al Se�or, el cual nos ha perdonado mucho m�s. Perdonamos como un acto de gratitud por todo lo que se nos ha perdonado.

Los que han sido perdonados por Dios se transforman en personas que perdonan. Acercarse al Se�or y pedirle perd�n y al mismo tiempo negarse a perdonar a nuestros hermanos es el colmo de la hipocres�a. Si una persona que dice ser cristiana se niega a extender el perd�n a otros, esa persona est� mostrando evidencia de que no ha nacido de nuevo. Perdonamos a otros porque el perdonar est� en nuestra (nueva) naturaleza (ver 1 Juan 3:9).

El perd�n no es dejar libre a un pecador que no se arrepiente. Por el contrario, es una disposici�n sincera para extender la misericordia a aquellos que nos han hecho da�o. Cuando perdonamos, nos liberamos de la esclavitud que nos ha generado la injusticia de alguien. Es imposible vivir en completa obediencia a Dios cuando otra persona controla nuestras emociones. Los seguidores de Jes�s s�lo deben ser controlados por el Esp�ritu Santo (Efesios 5:18). Para crecer espiritualmente y vivir en sumisi�n a la Palabra de Dios, debemos obedecer incluso los mandatos dif�ciles sobre el perd�n (Lucas 6:46).

Por lo general, el perd�n es una ventana a trav�s de la cual el mundo vislumbra la misericordia de Dios. Cuando perdonamos, modelamos las ense�anzas de Dios sobre la bondad, la misericordia, el amor y la humildad. La gente no puede ver a Jes�s en nosotros cuando vivimos con amargura e ira. Cuando todo lo que podemos hablar es de c�mo fuimos perjudicados, c�mo alguien nos traicion�, o las heridas que llevamos, perdemos de vista nuestra misi�n principal, que es hacer disc�pulos (Mateo 28:19). La falta de perd�n hace que nos centremos en nosotros mismos en lugar de centrarnos en Dios y adem�s nos roba el amor, la paz y el gozo (v�ase G�latas 5:22).

El perd�n es m�s f�cil para algunos que para otros, pero todos estamos obligados a perdonar si queremos caminar en comuni�n con Dios. A algunos les cuesta perdonar porque no entienden bien lo que significa perdonar. Perdonar no es lo mismo que reconciliarse. Podemos perdonar de coraz�n mientras que mantenemos a distancia a aquellos que nos han traicionado. El perd�n tampoco permite que los agresores no arrepentidos vuelvan a nuestras vidas, pero s� permite que la paz de Dios vuelva a nuestras vidas.

Desde la cruz, Jes�s or� por Sus asesinos: “Padre, perd�nalos” (Lucas 23:34). Reflejamos a Jes�s cuando perdonamos a los que nos han hecho da�o, y el objetivo final de los creyentes es parecerse a Jes�s (Romanos 8:29).

©

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Scroll to Top