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Pregunta: “�Es el chiste/la burla un pecado? �Qu� dice la Biblia sobre contar chistes?”
Respuesta:
Hacer bromas es un tema interesante y dif�cil de cuantificar y discutir como algo �nico. Desde el punto de vista b�blico, las bromas en s� mismas no se consideran pecado, aunque en algunos casos, ciertamente pueden serlo. Proverbios 18:21 nos dice que “La muerte y la vida est�n en poder de la lengua, y el que la ama comer� de sus frutos”. Santiago 3:3-12 compara la lengua con el freno en la boca de un caballo, el tim�n de un barco y el fuego. La lengua es una cosa poderosa, y las palabras pueden traer mucha vida o mucho da�o. Hay maneras de bromear que edifican. “El coraz�n alegre constituye buen remedio; mas el esp�ritu triste seca los huesos” (Proverbios 17:22). Los Salmos est�n llenos de referencias a la risa, que es lo que las bromas buenas producen. Pero tambi�n hay una forma de bromear que es denigrante y da�ina, y estamos llamados a no permitir que “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificaci�n, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).
Nuestras palabras deben honrar siempre a Dios y dar a entender que valoramos lo que �l ha hecho. La mejor manera de saber si nuestras bromas rozan lo pecaminoso es buscar al Esp�ritu Santo y pedir Su convicci�n. �l puede hacernos sensibles para saber cu�ndo una broma es apropiada y cu�ndo puede no serlo. Si hay alguna duda en nuestra mente, o si nuestra conciencia se ve afectada por nuestras bromas, probablemente sea mejor no hacerlas. Tambi�n est� el tema de hacer tropezar a los dem�s, algo que podemos hacer f�cilmente con bromas que a nosotros nos parecen perfectamente inocentes, pero que otros ven como ofensivas o hirientes. Nuestra libertad nunca debe ejercerse a expensas de la conciencia de los dem�s (Romanos 14:13-17).
Los chistes y bromas ocasionales, si son apropiados, son probablemente inocentes para la mayor�a. Sin embargo, hay quienes hacen bromas con tanta frecuencia que pr�cticamente no pueden decir una frase sin que contenga alg�n tipo de chiste. Ahora bien, este no es el estilo de vida m�s apropiado para un cristiano, ya que se nos dice que “vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:12). Al igual que con todas las “�reas grises” de la vida cristiana, buscar la sabidur�a de Dios con respecto a nuestra forma de hablar es la manera m�s provechosa de hacerlo (Santiago 1:5).