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Pregunta: “�Deben los cristianos casados llevar anillos de boda?”
Respuesta:
No hay ninguna referencia en la Biblia a que los anillos se utilizaran como anillos de compromiso o como anillos nupciales. El anillo en forma de sello es el primer tipo de anillo mencionado en la Biblia. De hecho, cuando el siervo de Abraham encontr� a Rebeca, le dio un pendiente para la nariz con el fin de reclamarla como esposa de Isaac (G�nesis 24:22). Cuando Tamar se disfraz� de ramera para atraer a su suegro, Jud�, le pidi� su sello, su cord�n y su bast�n como prenda de su promesa de enviarle “un cabrito del reba�o” (G�nesis 38:17-19). Jerem�as nos dice que los israelitas llevaban el anillo de sello en la mano derecha (Jerem�as 22:24). El anillo en forma de sello se utilizaba para sellar diversos contratos. Era un s�mbolo de autoridad, dignidad y estatus social (Santiago 2:2). El fara�n dio su anillo a Jos� como s�mbolo de autoridad (G�nesis 41:42). Del mismo modo, Asuero dio su sello a Am�n para estampar un decreto real (Ester 3:10, 12). A su regreso, el hijo pr�digo recibi� un anillo de su padre como s�mbolo de dignidad y restituci�n de su posici�n (Lucas 15:22).
Los anillos que se mencionan en la Biblia son anillos en forma de sello utilizados como s�mbolos de autoridad y dignidad. A los romanos se les atribuye el haber sido pioneros en el uso del anillo de sello como anillo de compromiso. Los jud�os y los cristianos adoptaron la pr�ctica de los romanos. Dado que en la ceremonia de esponsales el novio sol�a entregar una suma de dinero o un objeto de valor a la novia, fue una transici�n natural hacer de ese objeto un anillo.
El anillo de bodas o de matrimonio comenz� a utilizarse en las ceremonias cristianas en el siglo IX d.C. La costumbre de llevar el anillo de boda en el cuarto dedo de la mano izquierda tiene su origen en una f�bula griega rom�ntica, aunque no cient�fica, que afirma que la arteria de ese dedo fluye directamente hacia el coraz�n. Sea cual sea el momento en que se haya desarrollado la costumbre del anillo de boda, hoy en d�a se considera un s�mbolo de un compromiso interminable en la relaci�n matrimonial. Como tal, tiene ciertamente una base b�blica en el sentido de que el matrimonio debe ser un compromiso de por vida (Romanos 7:2). Esto no quiere decir que llevar un anillo de boda sea un requisito para los cristianos casados. No obstante, las alianzas son un hermoso recordatorio del pacto matrimonial y, por ende, del pacto de Cristo con Su novia, es decir, los redimidos por los que �l muri�.