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Pregunta: “�Debe un cristiano usar las herramientas de medios/redes sociales (Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram, Snapchat, Whatsapp, etc.)?”
Respuesta:
Cientos de millones de personas recurren a las redes sociales como Facebook y Twitter para participar en los contenidos relacionados con Internet. �Son estas redes un gran campo de misi�n o una enorme p�rdida de tiempo? �Debe un cristiano participar en las redes sociales? La respuesta a estas preguntas tendr�a que estar determinada por si podemos pedir honestamente a Dios que bendiga y utilice nuestras acciones para sus propios prop�sitos. “Si, pues, com�is o beb�is o hac�is otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Si estamos dispuestos a dejar que Dios utilice nuestra participaci�n para Su gloria, tenemos la libertad de participar.
Los cristianos que deciden participar en las redes sociales deben ser conscientes de los aspectos negativos existentes en ellas. Hay que recordar que no todo el mundo en Internet tiene buenas intenciones, y debemos tomar precauciones de seguridad, usar la configuraci�n de privacidad y ser cuidadosos en cuanto a qui�n se acepta como “amigo” o ” seguidor”. Los padres deben interactuar regularmente con sus hijos y ser participantes activos en el uso que sus hijos hacen de las redes sociales. Adem�s, los cristianos deben ser conscientes del peligro del narcisismo (amor propio excesivo y preocupaci�n por el yo) propio de los sitios orientados al yo. Los estudios han demostrado que el uso excesivo o los intereses equivocados en el uso de las redes sociales pueden provocar narcisismo. Cuando dependemos de las redes sociales principalmente para promovernos o llamar la atenci�n hacia nosotros mismos, es el momento de dar un paso atr�s. Es sabio recurrir a la supervisi�n, motivando al c�nyuge, a los miembros de la familia y a los hermanos y hermanas creyentes para que observen nuestra actividad en las redes sociales y nos ayuden a ser responsables. Proverbios 27:17 dice: “El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo”.
Tambi�n es importante conocer el impacto que pueden tener nuestro estado, foto, comentarios o publicaciones en el futuro. Hay que recordar que las redes sociales implican la publicaci�n a todo Internet, incluidos los miembros de la familia, los empleadores actuales y futuros, el personal de admisi�n de la universidad, etc. Hay que tener en cuenta las consecuencias de cualquier declaraci�n, tanto ahora como en el futuro. Hay que asumir que todo lo que se escribe es permanente y visible para todo el mundo. Adem�s, aunque mantener las relaciones es importante y saludable, no lo es la adicci�n. Limitar la cantidad de tiempo que dedicamos a las redes sociales es saludable y prudente.
Por otro lado, no hay duda de que las redes sociales tienen aspectos positivos. Para el cristiano, las redes sociales pueden ser un campo misionero enormemente productivo. Volver a conectar con viejos amigos y aumentar nuestra esfera de influencia puede dar lugar a oportunidades de evangelizaci�n no disponibles en otros lugares. Las redes sociales nos permiten volver a entrar en la vida cotidiana de personas con las que hemos perdido el contacto y abrir nuevas v�as para compartir a Cristo. As�, podemos influir en las opiniones de los dem�s con lo que publicamos, aportando �nimo y orientaci�n espiritual a otros y utilizando las listas de amigos o las actualizaciones de estado de Facebook para orar regularmente por los amigos y sus necesidades. “Y consider�monos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhort�ndonos; y tanto m�s, cuanto veis que aquel d�a se acerca” (Hebreos 10:24-25).
Por �ltimo, las redes sociales pueden atraer a los interesados espirituales en Internet, encontr�ndolos donde est�n. Al igual que el evangelismo cara a cara, podemos generar credibilidad y autenticidad en el entorno natural y c�modo del interesado, y luego construir sobre esa base y compartir el amor de Cristo con nuevos amigos en l�nea.