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Pregunta: “�Cu�l es el mensaje de la Biblia sobre la valent�a?”
Respuesta:
En la Biblia, la valent�a tambi�n recibe el nombre de “buen �nimo”, as� como en Marcos 6:50, donde Jes�s dio la orden a los disc�pulos que lo vieron caminar sobre las aguas del Mar de Galilea y acercarse a ellos. La palabra griega traducida como “valent�a” y “buen �nimo” literalmente significa “audacia y confianza”. En la Biblia, la valent�a es lo contrario del miedo. Cuando Dios nos ordena que no tengamos miedo, que tengamos buen �nimo y que seamos valientes, siempre est� ordenando en contra del miedo, que es lo opuesto a la valent�a.
Pero Dios no nos ordena simplemente que seamos valientes sin que haya una buena raz�n detr�s. Pr�cticamente todas las veces que Dios dice “no temas”, existe una raz�n para tener valent�a, y la raz�n es Dios mismo, Su naturaleza y Sus planes perfectos. Cuando Dios calm� el miedo de Abram despu�s de su batalla con los reyes de Sodoma, el cautiverio y el rescate de Lot, Dios dijo: “No temas, Abram [porque]; yo soy tu escudo” (G�nesis 15:1). Cuando Agar estaba desesperada por su vida y la de su hijo en el desierto, el �ngel del Se�or le dice: “No temas; porque Dios ha o�do la voz del muchacho en donde est�” (G�nesis 21:17). Tambi�n es parecida la promesa de Dios a los israelitas en Isa�as 41:14: “No temas [porque]… yo soy tu socorro”. En cada situaci�n, vemos a Dios pidiendo que seamos valientes, no porque el hombre sea valiente por naturaleza, sino porque, cuando Dios nos protege y nos gu�a, podemos tener valent�a porque confiamos en �l.
Vemos en el Nuevo Testamento que el �ngel del Se�or le dice a Mar�a que tenga valent�a para soportar la dificultad de estar embarazada por el Esp�ritu Santo, sin tener un esposo. Nuevamente, la raz�n de su valent�a es que el Dios todopoderoso controla todas las cosas: “No temas… porque has hallado gracia delante de Dios” (Lucas 1:30). A los pastores tambi�n se les ordena que tengan �nimo y valent�a cuando el �ngel les trae buenas noticias (“Lucas 2:10”), y a Zacar�as se le dice que no tema, porque su oraci�n ha sido escuchada (“Lucas 1:13”). En cada uno de estos hechos, la valent�a pedida proviene de la comprensi�n de la presciencia y la soberan�a de Dios, que tiene planes y prop�sitos que no pueden ser frustrados y que con Su omnipotencia hace que todas las circunstancias de la vida est�n sujetas a Su voluntad.
Las promesas de Dios para nosotros tienen el mismo fundamento. Gracias a �l podemos tener confianza, valor y buen �nimo. “No tendr�s temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los imp�os cuando viniere, Porque Jehov� ser� tu confianza, Y �l preservar� tu pie de quedar preso” (Proverbios 3:25-26). Aqu� est� la promesa del cuidado que Dios tiene de nosotros, un cuidado que no existe para los que lo rechazan. Pero los que han confiado en Cristo para la salvaci�n no deben temer, porque “a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). La base de nuestra confianza, de nuestra valent�a y de nuestro buen �nimo, se encuentra en esta gran promesa.